El ministerio fiscal ha solicitado penas que suman 120 años de cárcel por el crimen del olivar ocurrido en Puente Genil, donde un hombre murió de dos disparos efectuados a quemarropa cuando cinco de los seis acusados le atacaron para robarle medio kilo de cocaína. El fiscal solicita para cada uno de estos procesados 18 años de prisión por asesinato y cinco por un delito contra la salud pública, además de una multa de 40.000 euros. Para el sexto acusado, que solo le facilitó la droga a la víctima, también pide otros cinco años de cárcel e igual multa.
Según las conclusiones provisionales del fiscal, el fallecido, de 50 años de edad, que "se dedicaba al tráfico de drogas", acordó el 19 de diciembre con uno de los acusados que este le facilitaría medio kilo de cocaína para venderla a 25 euros el gramo y que ambos se repartirían el beneficio. Así, aquella noche, el hombre se trasladó a Baena a recoger la sustancia y se la llevó a su domicilio de Lucena en una mochila, concertando más tarde una cita con unos "traficantes de droga" de Puente Genil.
Con ellos, los otros cinco acusados --además de un menor--, se encontró el fallecido el 22 de diciembre en una glorieta junto a la antigua estación de Renfe de Puente Genil. Tras mostrarles una papelina de la sustancia y que los procesados le enseñaran un bolso con billetes, acordaron la venta, quedando en verse esa noche en un paraje denominado Las Monjas. Tras despedirse, el vendedor se fue a Lucena a por la mochila y, mientras regresaba a Puente Genil, los compradores decidieron que se iban a apoderar de la droga sin pagar nada por ella, por lo que acudieron con armas de fuego al olivar en el que habían quedado.
Entre las 20.00 y las 21.00 horas, el fallecido, "ajeno por completo a la trampa", se presentó en el lugar de la cita con la droga y los procesados le exigieron que les entregara la mochila. Al negarse, uno de ellos sacó una pistola de fogueo y efectuó varios disparos para intimidarle, pero inmediatamente otro le disparó dos veces en el pecho a quemarropa con una escopeta de perdigones, causándole la muerte. Los procesados huyeron con la droga y las armas no pudieron ser encontradas.(Diario Córdoba.R.H.)