Tercer sábado de cuaresma, Transfiguración. La Manantera peregrina a su pueblo a cumplir con la obligación de visitar a nuestro Padre Jesús Nazareno, disfrutar de nuestro pueblo y vivir un año más un sábado cuaresmero.
De nuevo el cuartel de la Agrupación de Cofradías nos acogió para celebrar nuestro tradicional almuerzo de hermandad. Con la presencia de nuestro Alcalde Esteban Morales, el diputado de cultura Antonio Pineda, la portavoz de I.U. Josefina Barcos, el Manantero ejemplar Mariano Crespo, el Cofrade Mayor de nuestro Padre Jesús Nazareno Francisco Javier Reina y el presidente de la Agrupación de Cofradías Juan Miguel Granados. Todo ello protocolizado por nuestro Lucas Ramírez, que este año va a tener la gran suerte de ser Hermano Mayor de La Santa Cena, el Lunes Santo y el Sábado Santo Magno.
Abrió el acto nuestro presidente Carlos Martín Luna, que agradeció la presencia de todos y nos invitó a disfrutar del encuentro y de nuestro pueblo. Cada uno de los asistentes tuvo palabras de cariño, admiración y reconocimiento para los ausentes de Puente Genil.
Al final del almuerzo nos dirigimos a la ermita de Jesús, donde realizamos la ofrenda floral al Nazareno, esta vez estuvo a cargo de nuestro querido Manolo Chaparro. A continuación pudimos estar cerca de Él. Tras el encuentro nos dirigió unas cariñosas palabras y rezó con nosotros, el arcipreste de la Villa don José Joaquín. Nos hicimos la foto de recuerdo y nos dirigimos a los cultos de la Virgen de las Angustias, donde realizamos la tradicional ofrenda floral. Después, Sábado de Romanos.
La mañana del domingo la dedicamos a nuestras actividades culturales. En este caso y gracias a la mediación de Carlos López, visitamos la Cooperativa “La Purísima” donde almazara y bodegas fueron explicadas con maestría por su responsable Antonio, al que agradecemos su inmensa paciencia.
Tras una comida de hermandad en “La Rueda” gestionada por nuestro hermano Rafa Borrego, nos dispusimos para la vuelta a la cruda realidad, la del ausente. Pero al ir cambiando poco a poco el paisaje, en nuestro interior bullían todas las sensaciones y vivencias de todo un fin de semana, que para el que vive en Puente Genil, pasan desapercibidas, pero para el que vive alejado, sirve de alimento para soportar la distancia y la ausencia de nuestras raíces. Bendito pueblo mío. ( Carlos Mora Hervías )
