La totalidad de la plantilla del Ángel Ximénez de Puente Genil se dio ayer un baño de masas con diferentes actos celebrados en la localidad para celebrar el ascenso a la Liga Asobal conseguido el pasado fin de semana en Irún. La victoria en la final ante el Bidasoa, venciendo a un sólido rival y al infernal ambiente de las 3.000 personas que llenaron Artaleku, fue sólo el inicio de una fiesta que esta semana tuvo su continuación con la visita institucional a la Diputación. Pero faltaba el contacto con la gente, con los aficionados, con los pontaneses que han llevado en volandas al equipo y que han visto cumplido el sueño de ver al conjunto de su pueblo en la Asobal.
Ayer fue el día. A primera hora de la mañana, jugadores, entrenadores y directivos -encabezados por el presidente del club, Mariano Jiménez- fueron recibidos en el Ayuntamiento por el alcalde, Esteban Morales, y por los portavoces de todos los grupos políticos con representación municipal. Durante los discursos, el alcalde, que felicitó a todos los componentes del equipo por el gran trabajo realizado a lo largo de la temporada, dijo representar el sentimiento de gratitud de todos los pontanenses hacia la plantilla "por haber cumplido un sueño". El primer edil pontanés añadió que "todo el pueblo está muy orgulloso de vosotros, por eso, este éxito se lo va a apropiar Puente Genil. A partir de ahora os prometemos mucho cariño para la próxima temporada".
Por su parte, Mariano Jiménez, que recogió una placa conmemorativa de manos del alcalde, tuvo palabras de agradecimiento para los jugadores y los entrenadores, "que han hecho muchísimos desplazamientos y muchos kilómetros para alcanzar el objetivo". El presidente quiso también tener un recuerdo especial para todas las personas que han formado parte de la historia del club en su medio siglo de historia y para las empresas colaboradoras y patrocinadores que se han sumado a este proyecto "y que también están poniendo su granito de arena para que esto continúe".
Jiménez señaló que "una de las cosas que he aprendido como empresario es que los triunfos hay que compartirlos con todos", y citó expresamente a los presidentes que le han precedido en el cargo. Mariano dedicó de forma especial el éxito logrado por el club a su añorado hijo Ángel, fallecido en un accidente de tráfico en 2002 cuando tenía 19 años y "que fue el que me metió en este lío", unas palabras que despertaron una cerrada ovación por parte de todos los presentes en el acto.
Posteriormente, y tras las protocolarias fotos, los integrantes del primer equipo se desplazaron hasta el pabellón Alcalde Miguel Salas, donde compartieron el éxito con los chavales de las categorías inferiores del club. Sobre el parquet se llevaron el cariño de una afición entregada que les fue aplaudiendo uno por uno, destacando el gran apoyo que recibió el entrenador, Javier Elvira, a quien buena parte del público pidió su continuidad al frente del equipo.
Los jugadores repartieron obsequios a la grada e incluso disputaron un divertido partidillo con los juveniles, donde realizaron algunas jugadas espectaculares que hicieron las delicias del público. Acto seguido, tuvo lugar uno de los momentos más vistosos de la jornada, con una comitiva de vehículos engalanados con las banderas y bufandas del club, que recorrió las principales calles del centro de la localidad. Finalmente, aprovechando la festividad de las cruces de Mayo, en torno a unas 200 personas -entre jugadores, directivos, padres y aficionados- se dieron cita en el patio del IES Manuel Reina, junto a la cruz montada por la Hermandad del Calvario, para degustar una multitudinaria paella que puso el broche de oro a los actos de la jornada.( El Día de Córdoba. José Manuel Cabezas. Fotografía Sergio Velasco )


