Se acerca el Gordo de la Navidad. Un sorteo que centra la atención de los españoles cada 22 de diciembre, anhelando escuchar algún número que les reporte un suculento premio. Una ilusión que cada año resurge y que, generalmente, desaparece sin rédito al final de cada sorteo.
Porque pese al atractivo de esta lotería, ¿qué posibilidades hay de lograr un premio?. Todos sabemos que son pocas, y que, en muchas ocasiones por tradición o compromiso, acabamos comprando los décimos previendo que terminarán sin premio en la basura.
Pese a todo, las posibilidades de lograr un premio en el Gordo son mayores que en otras loterías del Estado (solo superado por el sorteo del Niño, que reparte más premios), lo que incrementa el atractivo de este centenario sorteo. En este caso, existe un 15% de posibilidades de obtener premio (incluyendo el reintegro) y un 5% de ganar dinero con respecto a lo jugado.
Sin embargo, las posibilidades de que ese número sea el agraciado con el 'Gordo', es de tan solo un 0,001 %. Una cantidad bajísima, aunque superior a otros sorteos en los que el máximo premio es una absoluta quimera, caso del popular Euromillón, donde ese porcentaje se reduce a un 0,0000008%.
Pero más allá de estos números, la probabilidad por sí misma tampoco es lo único relevante. También hay que tener en cuenta la esperanza matemática de dicho juego, o la ganancia promedio que espera cada jugador. En este caso la de lotería de Navidad es negativa, ya que relacionando lo jugado con el premio, el que compra un boleto "va a esperar perder dinero", ha explicado a ELMUNDO.es Juanjo Rué, investigador del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT). Sin embargo, en sorteos con premios gigantescos, como en el Euromillón antes citado, sale más a cuenta gastarse solo dos euros en una apuesta sencilla.
Muchos buscarán números 'bonitos', con determinadas terminaciones o que reflejen fechas memorables. Pese a las supersticiones o ritos que llevan a muchos a comprar números concretos, las posibilidades serán las mismas. "Los números ganadores en todos los sorteos nunca han seguido ninguna pauta", explica Rué. "El azar no distingue entre números bonitos y feos".
También son típicas las colas con centenares de personas agolpándose en las puertas de administraciones que suelen repartir varios premios, como las ya míticas Doña Manolita en Madrid o la Bruixa d'Or en Lérida. Por todos es sabido que su variedad de números es inmensa, de ahí la mayor cantidad de premios repartidos. Pese a ello, "las probabilidades son bajas, aunque ligeramente mayores que en otras administraciones con un solo número", comenta el investigador.
Como en todo juego de azar, la mejor opción para conservar el dinero es no jugar. El verdadero ganador, una vez más, volverá a ser Hacienda, que recauda el 30% de lo jugado. Sin embargo, pocos son los que no sucumben ante la ilusión de llevarse un pellizco de los más de 2.500 millones de euros que se repartirán este año en premios. Hasta el 22 de diciembre, los sueños seguirán ahí a la espera de un premio poco probable.( El Mundo.Adrián Pascua )