El barrio histórico de Puente Genil empieza a resurgir de su casi aislamiento, y es que en la última década se han acometido obras de infraestructura que han cambiado no solo la imagen de esta barriada, sino que se ha dotado de más servicios para mejorar la calidad de vida de sus vecinos.El primer paso que dio el Ayuntamiento fue la reducción del ICIO "para que todos los vecinos pudieran recomponer sus viviendas y poder ir manteniéndose en este barrio", indica Manuel Baena, alcalde de la localidad.
En este tiempo las administraciones local, autonómica y central han invertido en infraestructuras cerca de 20 millones de euros, además de las partidas anuales con cargo a las obras Profea para el arreglo de las calles. Destacan la construcción del parque de la Galana (1,3 millones de euros), la edificación del nuevo Palacio de Justicia (2,9 millones) la remodelación de la plaza Emilio Reina (223.000 euros). Entre las intervenciones en las calles, la más destacada es la calle Don Gonzalo (355.000 euros).
En los últimos días, además, se ha inaugurado la pista deportiva de La Galana y está previsto inaugurar en el presente año el macroproyecto contra las avenidas del Río Genil (11 millones). Además, se inauguró en la plaza Emilio Reina la nueva oficina del INEM y se adquirieron La Alianza, edificio industrial del siglo XIX, y la mitad del edificio Los Frailes, que alberga la escuela municipal de música y el museo arqueológico. El alcalde destaca que en este tiempo "se ha realizado un esfuerzo muy importante, del que nos sentimos orgullosos a pesar de entender que era nuestra obligación".
El presidente de la asociación de vecinos del barrio de la Isla, Rafael Sánchez, realizó la valoración de todas estas mejoras calificándola como "absolutamente positivas", y añadió que "si la única pega era que se han eliminado aparcamientos, se ha permitido utilizar en horario de noche los del parque de La Galana".
Desde que en el año 1963 una gran riada dejara el barrio muy afectado, poco a poco los vecinos se fueron desplazando hacia la zona alta de la ciudad, quedándose la barriada como un espacio fantasma, si bien hoy en día se ha logrado ir repoblando.
Y de una forma más definitiva, los ciudadanos de toda la población volverán su mirada hacia la zona histórica cuando se haya drenado el río, ampliado su cuenca y recuperado sus laderas para el disfrute de los vecinos. (Diario Córdoba)

