
Los datos corresponden al Sigpac actualizado para este año y deja varias conclusiones claras. La Delegación Provincial de Agricultura ha precisado a este periódico que el incremento del espacio ocupado por este leñoso supera el 10% en la última década, destacando la evolución creciente en municipios de la Campiña, donde se ha sustituido viñedo y cultivos herbáceos, que han perdido rentabilidad por una desfavorable política de ayudas o por la caída del consumo. Es lo que ha sucedido, por ejemplo, en Montilla, donde se ha producido un fuerte incremento del olivar al pasar de 7.961 en 1998 a 9.288 en la actualidad. Esta tendencia también se constata en otros términos del marco vinícola cordobés, como Moriles, Montemayor o Aguilar de la Frontera.
La Junta tiene en cuenta el SIG oleícola elaborado en 1998, un informe obtenido a partir de las declaraciones de superficie de olivar que presentaban los agricultores y el antiguo SIG--oleícola. Ahora, con el Sigpac del 2009, se ha obtenido una información más precisa y depurada, tras varias revisiones. Si en 1998 se estimaba que había en la provincia 315.227 hectáreas de olivar, ahora se llega a 343.812. En estos años, la superficie de las zonas olivareras tradicionales de Baena y las Sierras Subbéticas han registrado un ligero incremento, mientras que en Montoro--Adamuz se observa una suave disminución.
El municipio de Lucena se consolida como el término con más superficie de olivar, con 28.289 hectáreas, seguido de Baena (26.826), Montoro (19.507) y Priego (17.834). En todos, salvo en Montoro, hay más espacio destinado al cultivo que hace una década.
De la generalización del olivar en la provincia deja constancia el hecho de que se cultiva en los 75 municipios de Córdoba, tras incorporarse en la última década el término de El Guijo, que no tenía olivos en 1998 y ahora ocupa 11 hectáreas. Ese incremento de la superficie se ha observado en 55 de los 75 pueblos, mientras que ha bajado en otros 19 y se mantiene en uno (Zuheros, con 864 hectáreas). (Diario Córdoba)