martes, 6 de agosto de 2013

PARA CIPRIANO, EL PADRE DE CASTA CARRILLO, DESDE QUE OCURRIÓ EL ASESINATO DE SU HIJA , ESTO ES UN SINVIVIR

Con la investigación "totalmente parada", Cipriano Carrillo, el padre de Casta, resume la situación: "Desde que ocurrió lo de mi hija, esto es un sinvivir".

La última novedad que se produjo "fue lo de los chavales", en referencia al testigo que afirmaba que a Casta la abordaron varios jóvenes de Lucena. "Dice que lo amenacé de muerte y tenemos pendiente un juicio de faltas", afirma este pontanés que fue conductor de autobuses y de camiones y que estuvo tentado de contratar detectives.

Y es que "la Guardia Civil no tenía continuidad; estaban aquí unos días los de la Judicial y luego los mandaban a otros sitios", se lamenta. Añade que los agentes de la Unidad Central Operativa de Madrid "vinieron a mi casa un par de veces y se fueron como habían llegado".

Su opinión sobre los vecinos es muy buena. "El pueblo se ha comportado muy bien y me apoyó en todo momento", dice, aunque matiza que "ahora estoy solo y las fuerzas me flaquean desde que tuve una arritmia".

A diferencia de otros casos sin resolver, en este hay dos restos de ADN que pueden ser claves. Cipriano recuerda que "fui a Sevilla a ver al doctor Frontela, pero no me valió para nada" porque el prestigioso forense "me aconsejó que se exhumara el cadáver y la juez se negó".

UNA TONTERIA Al mismo tiempo se conocen las andanzas de Tony Alexander King, el británico que asesinó en Mijas a Rocío Wannicoff y sobre el que recaían sospechas de que hiciera lo mismo con Sonia Carabantes. La juez ordenó cotejar los perfiles genéticos extraídos de ambos casos, pero no se encuentran coincidencias. "Aquello fue una tontería; se veía desde el primer momento", concluye Carrillo, quien no pierde la esperanza de que "algo" arroje luz para resolver este crimen que prescribe dentro de un par de años.( Diario Córdoba. M. Rosa )