
A partir del día 16 los ostensorios se dispondrán en los puntos de adoración a Jesus Sacramentado que se instalarán en Madrid para los jóvenes. Al final de la JMJ, el Papa recibirá como regalo las cuarenta custodias, que ha sufragado una asociación que prefiere seguir en el anonimato, para que las reparta por los países de misión de manera que sean un recuerdo del encuentro. Las custodias realizadas en Puente Genil tienen un diseño clásico pero elegante, según lo definió ayer su autor, que ha huido de la ostentación en el dibujo como también se ha hecho en los materiales, pues son de metal plateado salvo en el viril en el que irá la Sagrada Hostia, que está bañado en oro.
La ráfaga del viril tiene un diseño tradicional de haz de rayos aunque con la originalidad de que incluye una cruz con conchas en sus brazos como símbolo de la Vida Nueva tras el Bautismo y de la Resurrección.
La base, a la que se une la ráfaga mediante nudos, tiene grabado el lema de la JMJ: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe». En la parte frontal aparece una cartela con el escudo del Benedicto XVI y en la parte de atrás se ve el logotipo del encuentro. Cada custodia cuenta con una teca para reservar la Sagrada Forma en el sagrario.
Las cuarenta piezas han sido realizadas mediante las técnicas del cincelado y el repujado de manera artesanal por Jesús María Cosano, quien recibió el encargo de la organización en noviembre del año pasado y las ha terminado en julio.
El autor explicó ayer a ABC que, desde que comenzó a dedicarse a la orfebrería en 1998, éste es el encargo «más importante» que ha recibido y le ha puesto especial cariño, pues como cristiano es un «honor y un privilegio» hacer las custodias para el Santísimo Sacramento para este encuentro.(Abc. J.P.)