
Hace poco que la Diócesis de Córdoba sirve a la Iglesia en tierras de misión, marchando dos de sus sacerdotes a Perú para cumplir con la misión “ad Gentes”, donde trabajarán y evangelizarán aquellas tierras tras el compromiso adquirido por nuestra Diócesis con la Prelatura de Moyobamba ofreciendo el apoyo oracional y el sostenimiento económico a las iniciativas que lleguen desde esta vasta y selvática región, una de las más pobres al norte del país, y más concretamente desde la parroquia de Picota, en una provincia que ocupa más de 2.000 km cuadrados en plena selva, a la que han sido destinados como misioneros los dos sacerdotes que deberán atender a más de 80 comunidades, edificando este puente misionero entre la diócesis cordobesa y la prelatura peruana. El pasado día 12 de octubre tomaban el avión rumbo a Perú, los reverendos padres Juan Ropero Pacheco (hasta ahora párroco de Aguilar de la Frontera) y Francisco Jesús Granados Lara (profesor del Seminario Mayor San Pelagio y capellán del convento de Carmelitas de la Antigua Observancia de Córdoba), a los que acompañó nuestro Obispo, Monseñor Demetrio Fernández para conocer “in situ” el nuevo destino de nuestros sacerdotes. En su equipaje iba un pedacito de Puente Genil, poca cosa, pero con la esperanza de que les ayude en su tarea evangelizadora en tan lejanas tierras. Llevaban a Nuestra Señora de los Desamparados. En aquellas latitudes, ricas en orquídeas y exóticas flores, estará presente también la Reina de la Primavera pontana, nuestra Virgen de los Desamparados que quiere inclinarse amorosa para socorrer a tantas necesidades como encontrarán en su misión nuestros sacerdotes. Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados han regalado un cuadro de la Virgen de los Desamparados para la vivienda de los sacerdotes y la Fervorosa y Venerable Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados otra fotografía para que sea venerada y sirva de estímulo en alguna de las comunidades que deben atenderse y que la Hermandad quiere que sea el comienzo de un compromiso de colaboración con esta loable misión a la que los católicos cordobeses en general y los pontaneses en particular estamos llamados.
El padre Juan Ropero nos envía esta fotografía de los niños de Picota con nuestra bendita Madre de los Desamparados. Hay mucho por hacer y desde la Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados hacemos un encendido llamamiento a colaborar con vuestra oración y ayuda económica en esta ingente misión evangelizadora.( Información facilitada por el colaborador D. Francisco J. Reina, Secretario de la Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados)
